sábado, 20 de octubre de 2012

TRASTORNOS DE LA MEMORIA


Los trastornos de la memoria pueden sobrevenir en numerosas circunstancias. Un análisis preciso de éstas, de los trastornos asociados y de su repercusión es crucial para el diagnóstico. La valoración neuropsicológica, por lo menos clínica y breve, y mejor si está a cargo de un neuropsicólogo, es indispensable para distinguir los síndromes amnésicos puros de los trastornos cognitivos más globales y, respecto a éstos, determinar su etiología. Los síndromes amnésicos puros permanentes obedecen a lesiones del hipocampo o del parahipocampo de origen metabólico (síndrome de Korsakoff, encefalitis límbica), vascular, infeccioso (encefalitis herpética) o, más raramente, neurodegenerativa. Los trastornos cognitivos más globales derivan, en su mayoría, de un síndrome demencial. Se expondrán aquí los cuadros clínicos clásicos de la enfermedad de Alzheimer, la demencia frontotemporal, las demencias vasculares o la demencia con cuerpos de Lewy, y los síndromes más infrecuentes o de descripción más reciente como las atrofias focales o la degeneración corticobasal. Los trastornos amnésicos también pueden aparecer después de un traumatismo de cráneo o de una encefalitis (Creutzfeldt-Jakob, virus de la inmunodeficiencia humana, sífilis), o asociarse a la epilepsia. Se tratarán además las afecciones neurológicas o generales que pueden acompañarse de trastornos mnemónicos.

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